Los dos usan sombrero; aman las aventuras; sueñan con encontrar tesoros ocultos; desean desentrañar misterios; no esquivan el peligro y son personajes de ficción. La diferencia central entre ambos es que mientras Indiana Jones está interpretado desde 1981 por el cada vez más veterano Harrison Ford; a Tadeo Jones no le pasa el tiempo, porque es un dibujo animado por computación que no envejecerá.
El personaje es un invento del mundo de las historietas españolas (recorre distintos lugares del mundo buscando reliquias), que se transformó en personaje de película en 2012, con un sonado éxito internacional. Es un obrero de la construcción nacido en Valladolid que vive en Estados Unidos y suele meterse en problemas. Ahora llega a los cines argentinos su segundo largometraje de aventuras, centrado en la historia de las joyas del mítico rey Midas, el que convertía en oro todo lo que tocaba.
La historia comienza cuando la amiga de Tadeo, Sara Lavroff (una suerte de Lara Croft), encuentra piezas del valioso collar del monarca con las que pretende confirmar la leyenda. Juntos viajan a Las Vegas para una gran exposición arqueológica, pero el malvado Jack Rackham y sus matones la secuestran. Sólo la liberarán si el explorador completa la pieza, con la que pretenden conseguir un poder infinito, y la aventura se traslada a Granada y el resto del sur español.
Los españoles David Alonso y Enrique Gato dirigen este proyecto en 3D. En la producción aparece el argentino Axel Kuschevatzky, conocedor como pocos en estas tierras del mundo del cine.